Estrés: factor que fomenta la diabetes

Estrés: factor que fomenta la diabetes |Blog - UTEL

El estrés se define como un estado físico y mental, producto de una reacción no específica ante ciertos factores de agresión. Estos pueden ser externos o internos; situaciones climáticas, dolores intenso y duradero, hambre, cansancio, sed, necesidad sexual, pero sobre todo miedos, trabajo, tráfico urbano, etc.

Ante una situación que involucra peligro o riesgo para la persona, el estrés funge como un mecanismo de advertencia. Cuando se prolonga más allá de un tiempo que pudiera considerarse como habitual surgen las consecuencias que impactan en el organismo, causa de ello: la obesidad, la hipertensión y la diabetes tipo II.

Durante los episodios prolongados de nerviosismo, se esparce glucosa a la sangre almacenada en el hígado, a manera de respuesta para contrarrestar esta apremiante. A causa de esto, el páncreas produce más insulina y estimula la hormona cortisoide, conocida también como “la hormona del estrés”, promotora de altos niveles de azúcar en el cuerpo.

La prolongación de situaciones de nerviosismo provoca resistencia a la insulina, lo cual se establece como el principal componente del “síndrome metabólico”, precursor de embolias, hipertensión, diabetes, infartos, y obesidad central. La participación de la insulina en el organismo, se presenta también en el almacenamiento de la grasa en los triglicéridos, su deficiencia favorece  los padecimientos antes mencionados.

La mente juega un papel determinante; los problemas financieros, inquietudes repetidas y enfermedades en general, pueden disparar el mecanismo de la ansiedad, aún cuando no son situaciones del presente, el solo pensar los problemas o situaciones complicadas, puede ser un detonante de este mecanismo.

Es necesario actuar contra el estrés, saberlo manejar y prevenirlo, y aunque a veces resulte inevitable, la precaución y el equilibrio emocional son herramientas muy valiosas para contrarrestarlo. La mayoría de las situaciones se pueden controlar utilizando el diálogo. Hablar es la mejor manera de entenderse, nos otorga soluciones y ofrece alternativas para actuar ante los imponderables.

 

Adair Rodríguez Angeles

UTEL Editorial


Universidad Mexico