La inteligencia emocional es un conjunto de herramientas y conocimientos que las personas disponemos para enfrentarnos a situaciones cotidianas y relacionarnos con nuestro entorno.
Cuando pensamos en las diferentes etapas que atravesamos a lo largo de la vida, es importante reconocer la importancia de la inteligencia emocional en adultos mayores y de qué forma se puede alimentar, ya que éste sigue siendo un grupo funcional que busca mantener relaciones sociales de calidad y un buen vivir.
En general, los adultos mayores cuentan con una inteligencia emocional bastante alta que han podido desarrollar a lo largo de los años y trabajan en el manejo de sus emociones para ajustarse a los momentos que están viviendo, además de reconocer su entorno, disfrutar de lo que les sucede de una forma positiva y tener un punto de vista más optimista de su presente. Ésta es una herramienta bastante útil para mantener un estado mental saludable, lo que contribuye a generar un estado de bienestar general.
¿Para qué sirve la inteligencia emocional en adultos?
El paso de los años en los adultos les va trayendo algunos desafíos de gran importancia, como la propensión a enfermedades, el aislamiento social, el deterioro de las capacidades cognitivas, entre otros. Además de la dificultad de ser parte activa de ciertos grupos o momentos de la sociedad y la posible disminución de sus recursos económicos.
Es importante saber manejar estos cambios que vienen con el paso de los años; y este manejo emocional debe ir de la mano del apoyo social y una gran motivación interna para seguir siendo parte del presente. Por eso es indispensable tener un buen dominio de nuestra propia inteligencia emocional.
Así, el buen manejo de la inteligencia emocional ayudará a los adultos mayores a reducir el estrés, los pensamientos negativos, la depresión y la insatisfacción provocados por diversos factores. También los ayudará a que sean más adaptables a nuevas situaciones, a ser más sociables y a enfrentar los problemas de formas satisfactorias con una mayor resiliencia.
¿Cómo estimular la inteligencia emocional?
Desarrollar la inteligencia emocional es un proceso que lleva cierto tiempo y puede depender de cada persona y el entrenamiento que ésta lleve en temas como la empatía, el manejo de las emociones o las habilidades sociales. A su vez, como mencionamos, muchos adultos mayores cuentan con una inteligencia emocional bien desarrollada, aunque siempre es un buen momento de mantenerla activa y en constante desarrollo. Algunos ejercicios a trabajar para lograr mantener una inteligencia emocional sana y que pueden ayudar en el bienestar de los adultos son:
- Propiciar emociones positivas como clave del equilibrio y la felicidad.
- Pensar en el aquí y el ahora para tener experiencias emocionalmente gratificantes.
- Tratar de conectar con los demás con base en la experiencia aprendiendo a ser más flexibles y dinámicos.
- Desarrollar la gratitud, que es un antídoto contra la depresión y caracteriza a las personas optimistas.
- Cultivar el perdón para mantener una mente más amplia y no centrarnos en lo negativo.
- Desarrollar la creatividad para llenarnos de plenitud.
- Ejercitar el pensamiento con actividades lúdicas como el yoga o el mindfulness.
- Escuchar activamente los que nos cuentan para fomentar la comunicación, la interacción social y la empatía.
Además de estas recomendaciones, podemos tomar en cuenta el poder transformador de la educación y cómo nos mantenemos activos al aprender, siendo parte de un grupo de estudio e intentando alcanzar una nueva meta académica.
En UTEL Universidad contamos con la modalidad Senior para nuestras Licenciaturas, Maestrías y Doctorados 100% online, la cual está enfocada en los intereses y las necesidades educativas y sociales de adultos mayores. Las actividades orientadas a la enseñanza de personas adultas, se complementan con sesiones online para incentivarlos a alcanzar sus objetivos profesionales y ayudarlos a que se mantengan activos y que compartan sus experiencias con otros adultos.
Esto los ayudará a mantenerse ágiles mentalmente, adquirir nuevos conocimientos y desarrollar nuevas habilidades para la vida cotidiana, además de fortalecer su inteligencia emocional para ser adultos activos y adaptados a los cambios que les da su presente.
