Este sábado 13 de octubre, por primera vez salimos de casa para acercarnos a nuestros egresados del Bajío y celebrar juntos la Graduación UTEL 2018.
La sede elegida para dar inicio a esta tradición fue Guadalajara, Jalisco, una de las ciudades más importantes de nuestro país, que ha logrado fusionar historia, tradición y modernidad en un mismo espacio.
Esta generación estuvo integrada por 3,451 egresados: 2,571 de Licenciatura, 873 de Maestría y 7 de Doctorado, de los cuales tuvimos el placer de festejar a 100 de ellos, quienes asistieron con sus seres queridos para vivir un momento trascendental en sus vidas.
De nueva cuenta, tuvimos el honor de contar con la participación del Licenciado Ignacio Villagordoa Mesa, como maestro de ceremonias. El Licenciado Villagordoa es ex Director General de Acreditación, Incorporación y Revalidación de la SEP y ha sido por tres ocasiones Director Jurídico del CONACYT, además de fungir actualmente como Secretario del Consejo Académico de UTEL.
En representación del Rector institucional, Mtro. David Stofenmacher, la Mtra. Claudia Mejía Martínez, Vicerrectora Académica de UTEL, retomó fragmentos del poderoso discurso que dirigiera la escritora británica J.K. Rowling en 2008, ante los graduados de Harvard, para invitar a nuestros egresados a aprovechar los aprendizajes que trae consigo el fracaso, para aprender a realmente valorar el éxito.
Además reiteró el compromiso de todos quienes estamos detrás de la universidad, trabajando diariamente para que nuestros alumnos puedan conseguir su anhelado grado académico.
Como ya es costumbre, esta generación contó con un padrino de lujo, el Licenciado Miguel Agustín Limón Macías, empresario, editor, escritor y funcionario público mexicano que ha sido en tres ocasiones Secretario de Educación en Jalisco y que por su trayectoria y antecedentes empresariales, fue designado Director General de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y galardonado con el «Ángel de la Lectura» que otorga la Editorial Trillas.
El Licenciado Limón Macías, mostró su alegría al apadrinar por primera ocasión a una generación y a quienes a través de su discurso motivó a encontrar su «propio» éxito, pues lo que puede ser el éxito para uno, puede no serlo para alguien más; del mismo modo les recordó la importancia de demostrar con el ejemplo, que lo que se desea, se puede lograr.
Luego de escuchar a su padrino de generación, los egresados recibieron uno a uno su diploma de mano de los miembros del presidium, y enseguida se mencionó con particular orgullo a aquellos alumnos que lograron el máximo premio que otorga la universidad, a quienes han logrado concluir su programa académico con calificación de 10.
El ahora Licenciado en Ingeniería Industrial Roberto Cerna Beltrán, acreedor del Premio Ignacio Guerra, fue encargado de representar a esta generación dirigiendo unas palabras a sus compañeros, en donde alentó a sus compañeros a continuar venciendo obstáculos, motivarse y dar lo mejor de sí para lograr cumplir sus sueños.
Así concluyó el acto protocolario, no sin antes invitar a los egresados a ponerse de pie, colocar su borla del lado derecho de su birrete y lanzarlos todos juntos, al tiempo que los asistentes les brindaban un fuerte aplauso.
Pero el festejo no terminó ahí, pues ya los esperaba un merecido banquete, acompañado del tradicional mariachi que sirvió para que varios alumnos decidieran acompañarlos con algunas canciones y concluir esta maravillosa tarde de celebración.
¡Gracias por permitirnos formar parte de esta maravillosa etapa de sus vidas, Generación 2018!
