Comunicación Educativa

Comunicación Educativa

Para que exista una retroalimentación comunicativa se requiere de la intervención del emisor y receptor; se sabe que la función del emisor es la de codificar un mensaje y seleccionar el canal más adecuado para hacer que éste llegue al receptor, quien debe decodificarlo, dándole sentido y significado. Pero cuando la función del emisor es realizada por alguien que influye en el desarrollo del receptor, surge lo que comúnmente se denomina como comunicación educativa.

Según la perspectiva constructivista, este concepto es el proceso mediante el cual se estructuran la personalidad del estudiante a través de la interacción con el medio y los conceptos construidos.

La comunicación educativa debe ser:

  • Motivadora: el docente debe de transmitir estímulos que permitan captar o mantener la atención del alumno.
  • Persuasiva: debe de lograr su finalidad tanto en función a los objetivos como a las metas.
  • Estructurante: debe de ser capaz de orientar, facilitar y promover la construcción personal del estudiante.
  • Adaptativa: se refiere a la facilidad de interacción tanto del docente como del estudiante hacía con el medio en el que éste se desenvuelva.
  • Generalizadora: debe de tener la capacidad para inducir a nuevas interconexiones o relaciones que permitan la aplicación del conocimiento adquirido a circunstancias analógicas.
  • Facilitadora de inteligibilidad: adaptación de la información a las circunstancias que posibiliten el acomodo del sujeto.

Este tipo de comunicación puede responder a las necesidades de hábitos de la actividad humana; educación formal, no formal o informal, en los campos de la salud, etc., también en el ámbito de gestión de proyectos independientes y de la consulta privada.

Este nuevo concepto tiene ciertas características: una postura abierta que logra el mutuo entendimiento entre el emisor y receptor; tiene una direccionalidad en el proceso comunicativo, para que el flujo de los mensajes circule en ambos sentidos; brinda la posibilidad de modificar los mensajes e intensiones según la dinámica establecida y, por último, conserva una moralidad, lo que provoca el rechazo de cualquier tentación.

En conclusión, la comunicación educativa es una forma sistemática, organizada y estratégica que tiene como objetivo la investigación sobre el desarrollo integral del ser humano.

Iván Mendoza

UTEL Editorial


Universidad Mexico